Una de las señas de identidad de nuestra semana santa es sin duda la de dar culto al discípulo amado, San Juan Evangelista, por ello desde la Cofradía de la Soledad siempre ha gozado de un merecido protagonismo esta imagen. Ya desde el Siglo XIX aparece información y documentación gráfica de que la Soledad contaba con imagen y escuadra de San Juan. Después de la Guerra Civil también se procesionaba al Evangelista con cesiones de otras cofradías, pero no será hasta la década de los años 60 cuando se realicen las gestiones oportunas para solemnizar la catequesis pública con San Juan y que nos llevan hasta la actualidad.
En 1.967, a iniciativa de D. Antonio Amate García, Gobernador de la Cofradía, el señor Ortega Sagrista encargó a Juan Abascal Fuentes una imagen de San Juan Evangelista para vestir, obteniéndose para sufragar económicamente parte de la misma una subvención del Ministerio de Información y Turismo
Dicha imagen fue bendecida en el año 1968 en la Sacra Iglesia Parroquial de San Ildefonso por el Vicario de la Diócesis de Jaén D. Agustín de la Fuente González.
El 4 de abril de 1.968 llegó la imagen terminada a Jaén, con la mayor parte del cuerpo tallado y policromado y una estatura de1,80 metros que armonizaba con el del Cristo Yacente realizado por el imaginero cofrade D. Constantino Unguetti.
Dicha talla de San Juan Evangelista fue vestido con valiosa túnica de terciopelo verde bordada en oro, adquirida a la Vera Cruz, y mato de pana rojo con galón dorado, quedando muy bien y fue elogiado en el informe que emitió la Comisión de Arte Sacro.
En cuanto a su autor, Juan Abascal Fuentes nació en 1922, siendo en 1936 cuando empezó a estudiar dibujo y modelado en la Escuela de Artes y oficios de Sevilla. Tras cursar estudios y licenciarse en Derecho en el año 1945, continuó con sus estudios artísticos en 1952, cuando ingresó en la Escuela Superior de Bellas Artes.
Galardonado con numerosos premios, uno de los reconocimientos más importantes fue su ingreso en la sevillana Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, de hecho utilizó a uno de sus alumnos como modelo de nuestro San Juan, concretamente a Juan López Barreto, que luego fue profesor en la Escuela de Valencia y notable pintor.
Una de las más destacadas habilidades de Juan Abascal la aprendió seguramente de su maestro, Juan Luis Vassallo y es el dramatismo de la policromía, como podemos destacar en nuestra soberbia imagen de San Juan o en la de la Oración en el huerto de la Vera Cruz de Jaén.
Sus obras pasionistas se encuentra repartidas por todo el mundo, son numerosas y destacan principalmente en Sevilla, Huelva y Jaén. En nuestra capital del Santo Reino además de las citadas anteriormente destacan la del Cristo Yacente del Santo Sepulcro y el Prendimiento antiguo de la Cofradía del Perdón, que se encuentra en la Sacristía de la Parroquia de Cristo Rey.
Las restauraciones de imágenes de pasión son destacadas igualmente, si bien las más significativas en Jaén capital fueron las del Santísimo Cristo Yacente de nuestra Cofradía de la Soledad y la del Cristo del Calvario, en la que tuvo que fijar los brazos articulados de la imagen que se utilizaba para las antiguas representaciones del entierro de Cristo.