El primer dato sobre su construcción lo recoge el “Códice Gótico” de la Catedral, el cual nos manifiesta que en el año 1248 se produjo el “ordenamiento de la Capilla de San Ildefonso”. El templo se edificó en el arrabal del mismo nombre ocupando una zona de ampliación de la muralla que sirvió para dar cobijo a la expansión vecinal. La población se fue cristianizando tras la reconquista de Jaén acaecida en 1246 por el rey Fernando III el Santo, de manera que se constituyeron hasta 12 parroquias entre las cuales se hallaba esta.
En principio fue una parroquia pobre aunque amplia si la comparamos con las demás. El punto de inflexión en el devenir de su historia se produjo en la noche del 10 al 11 de junio de 1430. En este tiempo y lugar aconteció el Descenso de la Santísima Virgen María a la ciudad de Jaén en forma de Celestial Procesión, deteniéndose en dicha iglesia. A partir de entonces se convirtió en Santuario lo que dio notoriedad a la parroquia.
Otro hecho notorio fue el enterramiento del arquitecto Andrés de Vandelvira, que se da por cierto pero del que no existen pruebas más allá de su voluntad expresada bajo testamento, pero como bien dice Ortega Sagrista“pudo surgir un obstáculo imprevisto y sepultarse en otro templo”. En todo caso Vandelvira dejó dicho que el lugar de su entierro fuera la capilla de la Virgen, por entonces ligeramente desplazada respecto a la ubicación de la actual capilla.
La iglesia fue logrando mejoras desde comienzos del siglo XVI (portada gótica), mediados del siglo XVI (portada renacentista), primer cuarto del siglo XVII (sacristía), finales del siglo XVII (retablo de la Virgen de la Capilla), mediados del siglo XVIII (retablos barrocos). Posteriormente a esta fecha la evolución del templo fue menos significativa.
Pero San Ildefonso es mucho más que un fantástico templo desde un punto de vista arquitectónico, así lo reconoció el papa Benedicto XVI quien lo declaró Basílica menor el 9 de junio de 2010 en correspondencia a su trayectoria devocional y apostólica.
EXTERIOR DE SAN ILDEFONSO
La Basílica de San Ildefonso posee tres portadas, correspondientes a tres estilos distintos: gótico, renacentista y neoclásico.
Comenzamos nuestro estudio desde su portada primitiva, nos situamos por tanto en la calle Reja de la Capilla.
La fachada más antigua mira al este. Posee una portada gótica isabelina que está encuadrada por pináculos, con arco carpanel sobre columnitas, sobremontado por hornacina de “Vejiga del Pez”, y dentro una escultura en piedra de la Virgen coronada por dos ángeles y sostenida por querubín. Por encima de la hornacina hay dos escudos episcopales del obispo Suárez, uno a cada esquina superior de la portada. La puerta primitiva del templo fue tapiada a mitad del siglo XVIII, vendiéndose las puertas que había en ellas al vecino Convento de San Francisco. Se reformó en 1958 según el proyecto del arquitecto J. Ortega Cano por lo que el hueco de la puerta lo ocupó un mosaico realizado por Santiago Padrós Elías que representa el Descenso de la Virgen.
La Plaza de San Ildefonso contempla a la Basílica por su fachada norte. Según D. José Chamorro la portada actual reemplazó a otra gótica que daba al entonces cementerio y ahora plaza. La fachada contiene cuatro contrafuertes semicirculares terminados en su parte superior con forma cónica. El estilo de la portada es renacentista, plateresca, inspirada en un modelo de Serlio. Fue erigida en tiempos del obispo Pedro Pacheco Ladrón de Guevara (1545-1554). Aunque fue atribuida a Andrés de Vandelvira, D. José Domínguez Cubero y otros autores señalan a Francisco del Castillo, el mozo, como diseñador de esta obra. El arco de la portada es de medio punto, a sus lados se erigen dos pilastras de orden dórico de elevado pedestal sobre las que se hallan dos términos (o estípites antropoides) coronados con canastillas de flores; encima se sitúa el entablamento cuyo friso presenta una alegoría de la abundancia (niños con cuernos de abundancia), sobre el friso se hallan dos ángeles que portan vasijas. En su parte superior se ubica el ático, en él aparece la Virgen María imponiéndole la Casulla a San Ildefonso, enmarcados por columnas corintias a los lados y arriba por un frontón triangular en el que está el Padre Eterno. Flanqueando el ático se insertan dos escudos del obispo citado. Las puertas se realizaron a mediados del siglo XVIII.
Recordemos que la Imposición de la Casulla a San Ildefonso se basa en un texto de Cixila, uno de sus biógrafos de San Ildefonso, quien narró la aparición de la Virgen María al obispo toledano en la iglesia donde él predicaba. La Virgen le pidió acercarse para recibir un regalo por su fidelidad a Su servicio. El regalo consistió en un vestido de gloria.
En la esquina hacia la calle Reja de la Capilla, podemos observar dos amplios arcos ojivales por los que a través de unas rejas es visible la imagen de Nuestra Señora de la Capilla. También hay un sencillo mosaico, con lápida conmemorativa del V Centenario del Descenso, en 1930. Sobre el contrafuerte inmediato a la torre, bajo una teja y en parte ocultada por un canalón, se puede apreciar una cabeza tallada en piedra basada en una leyenda en la que se contaba que un joven que había robado las lámparas de plata de la Virgen de la Capilla se dio a la fuga, pero fue apresado, juzgado y sentenciado a muerte: lo ahorcaron, lo descuartizaron y expusieron sus restos sobre los contrafuertes del templo. Con el tiempo se ordenó esculpir su cabeza y colocarla en el emplazamiento mencionado.
La fachada oeste está situada en la confluencia de las calles Vicente Montuno y Muñoz Garnica. Luce una portada neoclásica enmarcada por dos torres asimétricas.
La portada neoclásica fue proyectada por Ventura Rodríguez y construida por Francisco Calvo. La forman dos columnas de orden compuesto, ubicadas a cada lado de una puerta adintelada, con un óculo sobre ella. Por encima de las columnas hay un entablamento en cuyo friso aparece la leyenda:
*DOMINE DILEXI DECOREM DOMUS TUAE/ DIVO ILDEPHONSO DICATUM/ ET LOCUM HABITATIONIS GLORIAE TUAE/ 3 IDUS IUNI/ ANNO A NATIVITATE DOMINI MDCCLXXVI/ PIO VI SUMMO PONTIFICE ET HISPANIARUM ET INDIARUM CATHOLICO REGI CAROLO III.
Un frontón triangular con el escudo episcopal de Fray Benito Marín (1750-1769) se observa por encima de la leyenda. Sobre el entablamento se retrotrae un antepecho con la estatua de San Ildefonso, flanqueado por dos flameros en cada lateral.
Aunque es impropio de la época de su construcción, la fachada neoclásica dispone de dos torres asimétricas:
La torre de orientación noroeste, según Ortega Sagrista, fue comenzada a finales del siglo XVI y terminada a mediados del siglo XVII, por tanto anterior a la portada neoclásica. Presenta una estructura conforme a la época: de base cuadrada y con un tercer cuerpo ochavado. Es de cuatro cuerpos separados por cornisas salientes: el inferior y mediano, cuadrangulares, llevan los escudos de los obispos Sarmiento (1580-1595) y Sandoval (1595-1599) respectivamente; en el cuerpo mediado se abren dos ventanas superpuestas en cada fachada, sillares almohadillados en las esquinas y vanos adintelados; el tercero, ochavado y con pináculos en las esquinas, contiene las campanas y las armas del obispo Dávila (1600-1615); el cuarto también octogonal está rematado con chapitel de perfil incurvado, su construcción fue posterior ya que lleva el escudo del obispo Andrade (1648-1664). Los antepechos de la torre se hicieron en 1753.
La torre de orientación suroeste tiene un tamaño reducido. Se halla adelantada a la fachada para ordenarse con la torre mayor. Según D. Pedro Galera, es de dos cuerpos:
El primero alcanza el entablamento corrido, no presenta otra labor que el lienzo rehundido.
El cuerpo de campanas emerge del plano de la fachada, como suele ocurrir en la arquitectura de Ventura Rodríguez. Está apoyado en un zócalo cuadrado con cuatro florones, uno en cada esquina, sin embargo el campanario presenta un octógono irregular: los lados que se corresponden con las esquinas del cuadrado inferior son más cortos y tienen forma de chaflán; los que se corresponden con los lados del cuadrado inferior son más largos y están completados con pequeños frontones triangulares.
Este segundo cuerpo está coronado con cúpula sobre tambor que presenta cuatro óculos ciegos justamente encima de los frontones mencionados.
Hay que significar que esta torre no ejerce como campanario. En la base se conserva una leyenda: “Viva la Virgen de la Capilla. 1868”.
INTERIOR DE SAN ILDEFONSO
El interior del templo de San Ildefonso pertenece al estilo gótico final, posiblemente de principios del siglo XVI. Se describe el templo como planta de salón de cabecera plana dividida en tres naves a través de pilares compuestos por haces de columnas que sostienen los arcos apuntados que dividen las bóvedas. Las columnas sirven de apoyo a los nervios de las bóvedas. Las bóvedas son baidas y sus nervios forman estrellas de cuatro puntos. La bóveda del altar mayor es esférica, entre los pilares que la sustentan se dibujan arcos de medio punto y las columnillas son de orden dórico.
- En el testero de los pies, entrando en la Basílica por su lado derecho, se encuentra un óleo de grandes proporciones (7,50 X 5, 60 metros) fechado en 1813, firmado por José García Espantaleón, en el que se representa a San Cristóbal apoyado en una palmera atravesando un río con el Niño Jesús a cuestas.En su parte inferior, una cartela dice así:
Siendo prior de esta parroquia el bachiller D. Tomás Muñoz, costeó este quadro Francisco López y Granados y su esposa María Felipa de Martos y Molina a su devoción, los que piden a todos que rueguen a Dios por ellos siendo feligreses de esta Iglesia. - La capilla de la Soledad o capilla del Bautismo, es la primera situada en la nave de la Epístola o derecha. Es un espacio cuadrado, tiene una cubierta típicamente dieciochesca de media naranja con claraboya cenital cuya vidriera representa el escudo de la Congregación de la Vera Cruz. Sin embargo la yesería sugiere que su creación se podría situar en los comienzos del siglo XVII. El retablo es también neoclásico, con dos columnas de madera que imitan jaspe, y entablamento; y sobre él un ático con una pequeña imagen de Jesús portando una cruz a la manera inversa, propio del renacimiento manierista.A la derecha de la capilla se abre una ventana que da al exterior de la Basílica. Del mismo modo que ocurre en la Capilla de la Vera Cruz, el cerramiento de la capilla es una reja labrada en el siglo XVIII por Joseph del Alcázar, maestro herrero de Villanueva de los Infantes.Esta ubicación sirve de refugio a diversas imágenes que tras la última restauración del templo no encontraron acomodo, como son: Santa Marta, Santa Lucía y Nuestra Señora de la Victoria (de la Cofradía del Resucitado).
TALLA ESCULTOR AÑO OBSERVACIONES Nuestra Señora de la Soledad Antonio Bernal Redondo y Francisco Romero Zafra 2000 Copia de la anterior imagen de la Soledad, que a su vez fue realizada tomando como modelo la imagen de la Piedad del Hospital Santísimo Cristo Yacente Constantin Unghetti Álamo 1959 Restaurada y policromada en 2004 por Francisco Romero Zafra Grupo escultórico de la Piedad Anónima 1918 La fecha de su creación es estimada San Juan Evangelista Juan Abascal Fuentes 1968 El escultor tomó como modelo al artista Juan López Barreto María Santísima de la Victoria Alfredo Muñoz Arcos 1955 Estuvo sin procesionar desde 1957 hasta 1983 Además de las imágenes citadas, en esta capilla se rinden culto a dos pequeñas tallas, que están situadas en una posición adelantada respecto a las demás: Santa Marta en el ala izquierda y Santa Lucía en el ala derecha.
Entre la Capilla de la Soledad y de la Vera Cruz hay colgado un cuadro de una Virgen Inmaculada acogida recientemente.
- La siguiente capilla de la nave alberga las imágenes de la Congregación de la Vera Cruz. Anteriormente su espacio lo ocupaba el órgano y su tribuna. Es cuadrada como la anterior pero ha recibido sustanciales modificaciones.Contiene un retablo que va escoltado por columnas salomónicas, y rematado en su ático por el escudo de la Congregación de la Vera Cruz y aún por encima otro pequeño con la cruz de Santiago. D. Emilio Nembrini pintó a mediados del siglo XX dos frescos alusivos a la Pasión del Señor que observamos en los muros laterales:En el derecho se muestra un Ecce Homo, a su lado Poncio Pilatos se lava las manos y al otro lado, tres personajes le señalan.En el izquierdo, Cristo es flagelado por dos verdugos, en un segundo plano dos sacerdotes comentan el castigo.La Capilla tiene sus paredes alicatadas con azulejo verde con dibujos de motivos vegetales salpicado con ángeles, todo ello en amarillo. El alicatado se completa con imágenes de las estaciones del Via Crucis.La capilla alberga las siguientes imágenes:
TALLA ESCULTOR AÑO OBSERVACIONES Jesús Orando en el Huerto Anónima 1918 Reformada por D. Juan Abascal Fuentes en 1969. María Santísima de los Desamparados D. Ventura Gómez Rodríguez 2007 Fue donada por una cofrade Santísimo Cristo de la Vera Cruz D. Domingo Sánchez Mesa 1950 Fue una copia del Cristo de las Misericordias de José de Mora (Granada) María Santísima de los Dolores D. Domingo Sánchez Mesa 1948 Su realización fue subvencionada por la Guardia Civil San Juan Evangelista D. Francisco de Pablo 1929 Perteneció a la Cofradía de la Buena Muerte - Donde hoy se encuentra el retablo de Jesús Preso, al menos desde el siglo XVII existía una capilla dedicada a Jesús Nazareno, que tenía sagrario. En el “Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término” se describe como un retablo de madera dorado con un altar y frontal de mármol rojo sin adornos. La imagen titular actual es Jesús Preso, sin embargo antes de la reforma de 1997 fue Jesús Orando en el Huerto, ambas de la Congregación de la Vera Cruz. La talla se halla enmarcada por dos columnas jónicas y dos entrecalles con cuatro lienzos: los inferiores de mayor tamaño y de factura moderna (1994) son dos retratos de Pilatos, el superior izquierdo a Jesús portando la cruz y el superior derecho a la Virgen María.En el ático se halla un cuadro de un Ecce-Homo y por encima un frontón triangular.El retablo está muy adornado con guirnaldas finas de palmas lo que manifiesta un estilo dieciochesco.Jesús Preso fue tallado por D. Ramón Matheu Montesinos en 1941. Obtuvo la medalla de oro en la Exposición Nacional de Bellas Artes de este año.Sobre el retablo se abre una vidriera pintada de Nuestra Señora de los Dolores.
- El actual retablo de la Divina Pastora tiene como base una mesa y un frontal de mármol rojo, adquiere una forma de medio punto y se compone de un banco, cuerpo y ático. La Divina Pastora va flanqueada por dos columnas corintias con decoración propia del barroco avanzado del XVIII. El cuerpo del retablo contiene en sus laterales un relieve de San Joaquín a la izquierda y de Santa Ana a la derecha. El ático posee gruesos roleos y ángeles y una escena de guerra con caballería, posiblemente alusiva a Santiago ApóstolAnteriormente el retablo estuvo dedicado a San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María, en otro momento se alojaba la imagen de la Virgen del Pilar. A partir de la reforma realizada en el interior de la Basílica en 1997, la Divina Pastora de las Almas pasó a presidir este retablo. La Cofradía de la Divina Pastora encargó un óleo, “La coronación de Nuestra Señora como Reina, Madre y Pastora” (2003), a las alumnas de la Escuela de Artes y Oficios de Jaén: Dña. Inés Prieto Carrasco, Dña. Dª. Mª. Ángeles Millán Romero y Dña. Salomé Lendínez Ramírez, en el que se representan motivos de la ciudad de Jaén (Catedral, Basílica de San Ildefonso, Castillo de Santa Catalina, olivos) y dos ángeles que sujetan una corona simulando colocársela a la imagen.Ortega Sagrista atribuye la autoría del retablo a Francisco Calvo.La imagen de la Divina Pastora es una obra anónima, atribuida a Manuel González y de finales del siglo XVIII.
- Las puertas de acceso a la Sacristía se realizaron a mediados del siglo XVIII, son de madera con talla de estrellas poligonales que evoca el estilo mudéjar. Fueron realizadas por Joseph Delgado y por Antonio López.
- Por encima de las puertas mencionadas se abre una pequeña tribuna.
- En el último espacio de la nave de la Epístola, junto al testero del templo y por detrás del presbiterio, destaca la Capilla de la Virgen.Se dice que la talla de la Virgen de la Capilla formó parte del conjunto de imágenes marianas que llevaba consigo el rey Fernando III y que la misma entró en Jaén el día en que el rey santo tomó la ciudad. Sin embargo la hechura es del siglo XIV, sufriendo reformas posteriores para poderla vestir.El espacio es cuadrado y está cubierto por una bóveda de media naranja sobre pechinas (triángulos curvilíneos), dividida por radios y con claraboya cenital. El intradós de la bóveda está pintada con imágenes de ángeles, en su parte superior y ocho patriarcas de Israel en su parte inferior (Joatam, David, Abraham, Isaac, Josías, Jacob, Osías y Josafat). Sobre las pechinas van los evangelistas. Un alicatado de un metro y medio de altura, datado a comienzos del siglo XX, recubre los muros laterales en los que se representan mediante pintura al fresco motivos florales y querubines sobre fondo rojo. Justo sobre el alicatado se extiende una inscripción pintada en la que se lee: “TU + HONORIFICENTIA + POPULI + NOSTRI (“tú, honra de nuestro pueblo”); en la pared izquierda continúa: “DIE + XI + J___O + MCDXXX (“en el día 11 de junio de 1430”).Sobre esta inscripción en la pared izquierda hay una vidriera que exhibe la escena de la Anunciación de la Virgen, en la pared derecha existe otra vidriera no pintada salvo en uno de sus cuadrados en el que se exhibe una imagen de la Virgen. También se aprecia una hornacina cerrada en la que se custodia el documento notarial del Descenso de la Virgen a Jaén. La hornacina tiene una puerta de acero adornada con cinco medallones, que forman el escudo de Jaén (extremo superior izquierdo), la Anunciación (extremo superior derecho), el Descenso (en el centro), la Presentación (extremo inferior izquierdo) y el escudo de la Cofradía (extremo inferior derecho). El documento está contenido en un marco de plata. La fecha de su realización fue 1977, fruto de la donación de su párroco don Manuel Maroto Castro. Flanqueando a esta hornacina se observan dos cartelas: la izquierda representa una imagen de San Antonio Abad; la opuesta muestra a San Ildefonso siéndole impuesta la Casulla. Estas cartelas formaban parte de los sitiales de coro de la Sacristía, habiendo estado el de San Antonio Abad en el sitial izquierdo y el de San Ildefonso en el derecho.En la base de la pared derecha se hallan tres sitiales de madera.El retablo es de estilo barroco:En el banco se inserta el sagrario. Un relieve representa la procesión del descenso de Nuestra Señora a Jaén. Cuatro ménsulas con ángeles tallados hacen de sustento a las cuatro columnas del cuerpo.El cuerpo del retablo lo preside la imagen de la Virgen instalada en un camarín, circundada, según Ortega Sagrista, con dobles columnas salomónicas de capitel corintio enredadas por sarmiento de vid con pámpanos y racimos de uvas.El ático tiene forma de medio punto. En él se representa un relieve de la Visitación de la Virgen María a Santa Isabel, cuya celebración coincide con la fiesta principal de la Cofradía de la Virgen de la Capilla. Este relieve está enmarcado por dos columnas salomónicas. Tanto el retablo como el camarín están comunicados con la antesacristía.Don Rafael Ortega Sagrista indicó como autor de la obra a Cristóbal Téllez en 1600, sin embargo en la actualidad se señala a Andrés Bautista Carrillo como padre de la obra siendo ejecutada entre 1698 y 1699. Se deduce que el retablo de Téllez debió ser sustituido por un siglo después por el definitivo.En el “Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término” se hace la siguiente descripción de la reja que cierra la capilla de la Virgen:El cuerpo es sencillo, puerta central con barrotes lisos como los laterales con fuste estrangulado; un friso corrido por encima de éste con motivos ovales, lisos, que se repiten en un segundo friso sobre el que se alza el ático de compleja labor calada de volutas y “cueros” muy al gusto manierista, enlazados con el escudo del obispo Dávila (1600-1615), en tondo central.Fue realizada por el herrero ubetense Nicolás Pérez en 1610.Los enseres más destacados que se hallan en la capilla de la Virgen son:Frontal del altar: Cubre la parte delantera y los dos laterales. Es de plata. Se hizo en 1721 mediante sufragio de devotos y de la parroquia. En el mismo aparecen alusiones a la Virgen (Ave Maria, Gratia Plena, De la Capilla), también está inserto el año de su ejecución, y relieves que simbolizan la letanía (palmera, oliva, espejo, pozo, puerta, fuente, nave, torre, huerto cercado, cedro). En el frontal del Evangelio va repujada una azucena y en el de la Epístola una rosa.Frontaleras para altar: Es de metal repujado y cincelado sobre bastidores de madera. Se hizo en 1963, en los talleres de Angulo (Lucena).
- El retablo de San Antonio Abad se halla anejo a la Capilla de la Virgen.En el banco aparece, circundado por ángeles, un conjunto de relieves sobre pasajes de la biografía del Santo: ordenadas de izquierda a derecha las escenas parecen sugerir la lucha del santo contra los demonios, la aparición de un ángel, la bienvenida a sus seguidores; escoltando la escena central hay dos cabezas de San Antonio giradas a derecha e izquierda respectivamente; la escena central se puede interpretar como una dualidad descanso y trabajo. La primera escena del lateral derecho parece referirse a la costumbre del Santo de dormir en un sepulcro, y a la oración; la siguiente escena está dedicada a la oración; y en la última a la construcción de un edificio.El cuerpo principal lo ocupa la imagen de San Antonio Abad situada en una hornacina, circundada por San Anacleto y San Buenaventura y en medio, dobles columnas. Sobre la cabeza de San Anacleto hay una cartela con la imagen de una ciudad y él contemplándola. La cartela que hay sobre San Buenaventura parece describir al Santo hablando con la Virgen.Preside el ático Santa Lucía, a su izquierda Santa Sinforosa y a continuación Santa María Magdalena; a la derecha de Santa Lucía, Santa Bárbara y en el extremo Santa Inés.El retablo lo remata un blasón que representa un cáliz dorado sobre fondo azul.Refiere Ortega Sagrista que faltan dos imágenes que pertenecieron a este retablo: Santa Eduvigis y una segunda que desconoce.Sobre el retablo se deja ver una vidriera que muestra el Inmaculado Corazón de María.
- El testero del templo lo ocupa el retablo del Descenso. En otro tiempo este espacio estuvo destinado a albergar la imagen de la Virgen de la Paz, que fue destruida en la Guerra Civil.El retablo es de estilo barroco, realizado en madera dorada y estofada.En el banco del retablo sólo merece mención una escena, situada en el centro del mismo, en la que se representa un ángel sentado acariciando un cordero.El cuerpo principal del retablo está compuesto por un tríptico que representa la procesión del Descenso de Nuestra Señora: el cuadro central del tríptico es mayor, se observa debajo de un arco lobulado a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos; a la derecha de la Virgen María un acompañante (que en el relato del Descenso se dice que se asemejaba a San Ildefonso) porta un libro en el que se lee: VISITAVIT ET FECIT REDEMTIONEM PLEVIS SUE ET ERXIT CO(¿RAM?) SALUTIS NOS(¿TRAE?) UT SINE TIMORE DE MANU INIMICORUM NOSTROR(¿UM?) LIBERATI SERVIAMUS ILLI. Que se traduce como:“visitó e hizo la redención de su pueblo y trabajó en favor de nuestra salvación….para que liberados de la mano de nuestros enemigos velemos sin temor por aquel”.Dos estípites separan el cuadro central de los laterales, en el cuadro derecho se aprecian jóvenes portando cruces parroquiales y en el cuadro izquierdo soldados escoltando la procesión del Descenso. En el retablo aparecen detalles que se citan en el relato del Descenso como casas cerradas, ventanas entreabiertas, personas que había,…El ático contiene otro relieve que reproduce a Nuestra Señora imponiendo la casulla a San Ildefonso. A los lados de este relieve se sitúan dos ángeles subidos a una peana.El retablo del Descenso y probablemente el de San Antonio Abad fueron diseñados por Pedro Duque Cornejo en 1754 pero su elaboración corrió a cargo de Francisco Calvo Bustamante en 1763.
- Continuamos en el testero de la Basílica pero esta vez por la nave del Evangelio, allí podemos apreciar el retablo de San Benito. Nos llama la atención su similitud con el retablo de San Antonio Abad. Analicémoslo:Siguiendo a Ortega Sagrista, el banco del retablo muestra (de izquierda a derecha) los siguientes relieves: San Benito recibe el hábito del monje Román; San Benito, en la mesa departe con un sacerdote; el Santo arroja el demonio de una piedra; resurrección de un niño (que es el central); milagro de los doscientos costales de harina; el dragón fantástico, y la serpiente oculta en un frasco.El cuerpo del retablo representa una imagen del Santo en el centro, en el lateral izquierdo Santa Escolástica y en el lateral derecho Santa Gertrudis. Junto encima de Santa Escolástica un relieve inserto en cartela ovalada parece referirse a las profecías de San Benito al rey Totila. De igual manera que la anterior sobre Santa Gertrudis aparece otro relieve dentro de cartela en el que San Benito habla con el obispo de Canosa.En el ático se alinean de izquierda a derecha: San Leandro, San Millán, San Mauro, San Gregorio Magno (centro), San Plácido, Santo Domingo de Silos y San Isidoro.El escudo episcopal de Fray Benito Marín culmina el retablo.La obra, de mediados del siglo XVIII, fue encargada por la iglesia de San Ildefonso con el fin de homenajear al obispo citado, reconociendo su quehacer en pro de dicho templo.
- La imagen de la Virgen de la Capilla puede ser contemplada desde el exterior de la Basílica mediante dos vidrieras pintadas, situadas en frente de su capilla ocupando sendos arcos ojivales. La vidriera izquierda representa el Descenso de Nuestra Señora y la vidriera derecha la Imposición de la Casulla a San Ildefonso.Sobre las vidrieras se exponen tres pinturas:La central, de mayor tamaño, muestra a Cristo crucificado y a sus pies dos Marías y San Juan.La pintura derecha es un Ecce Homo que tiene a su derecha a Pilatos y a su izquierda a un soldado. Anteriormente este cuadro estuvo en la antesacristía. En opinión de Hernández Perera, es obra del siglo XVII.La pintura de la izquierda representa a Cristo crucificado que lleva una bola en sus manos, con la cruz a sus pies; en la parte superior derecha del cuadro está el Padre Eterno y en la inferior un caballero calatravo. Igualmente este cuadro estuvo antes en la antesacristía.Finalmente sobre las pinturas hay una vidriera pintada de la Virgen de la Capilla.
- El altar de San José es de reciente creación, fue realizado por el artista D. Fernando Baldoy Ortega. El banco muestra una escena de San José acarreando instrumentos de carpintero, Jesús, todavía niño, observándolo y la Virgen María atenta extendiendo los brazos hacia Él. El altar es ocupado por la imponente imagen de San José que tiene en sus brazos al niño Jesús. El marco tiene forma de arco de medio punto.Este espacio ha sido la ubicación de la imagen de la Divina Pastora desde 1839 hasta 1997. En esta fecha se produjo una reforma en la Basílica que provocó el cambio de emplazamiento de la imagen al altar de la Virgen del Pilar.También fue desplazado el altar que contenía dicha imagen que pasó a enmarcar al Señor Resucitado. Este altar poseía una pintura en la pared con paisaje de sierra, la imagen estaba resguardada por una cristalera. Había un altar adosado a la pared en el que, según actas antiguas de la Cofradía de la Divina Pastora, eran anónimamente colocados niños difuntos con la intención de que dicha hermandad les diera enterramiento.Sobre el altar de San José se percibe una vidriera alusiva al Santo Rostro.
- El retablo del Cristo del Valle presenta un banco pequeño con tres relieves: en el central se contempla una escena de Jesús tendido sobre una losa, acompañado de cinco hombres y una mujer; en el lateral izquierdo, el Descendimiento de la Cruz y en el lateral derecho un ángel en presencia de tres mujeres. En el centro del cuerpo principal se muestra una talla de Jesús crucificado, sustituto del original perdido, acompañado por un relieve de las Tres Marías (la Virgen María, María de Cleofás y María Magdalena), en los laterales se alojan cuatro columnas de orden corintio dispuestas dos a dos y en medio de las cuales aparecen relieves con escenas de la Pasión: a la izquierda, Cristo es flagelado; a la derecha, es despojado de sus vestiduras. El ático contiene un cuadro central en el que se representa a Jesús orando en el huerto, flanqueado por pilastras y tondos laterales. En los extremos del ático se muestran dos cartelas: en la izquierda unos soldados custodian el Sepulcro, en la derecha la Virgen María está acompañada de San Juan con la Cruz Desnuda al fondo.Pese a que globalmente mantiene un estilo clasicista propio del siglo XVII, el “Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término” se inclina por fecharlo en el siglo XIX, debido a los detalles de los dibujos de espigas en pilastras y marco.Una imagen de Nuestro Padre Jesús es el motivo de la vidriera colocada encima del retablo.
- A continuación del retablo del Cristo del Valle y junto a la margen izquierda de la puerta lateral se ubica el retablo de ánimas. Esta talla, esculpida en alto relieve, está dividida en dos planos superpuestos: en su parte inferior observamos a las ánimas padeciendo en el purgatorio; en la parte superior, la Corte Celestial, en la que se destaca como intercesores a dos santos benedictinos. San Miguel ocupa un lugar central del retablo, también señalamos la presencia de cuatro ángeles dos de los cuales se acercan a salvar almas.Tanto el banco como el marco son de estilo rococó.El banco contiene tres cartelas: la izquierda representa la llegada al Cielo; la central, el juicio final: unos van a la izquierda (cielo), otros a la derecha (infierno); la cartela derecha muestra a los que van al infierno.Las cartelas que aluden al Cielo están policromadas, no así las del infierno.El marco es plano y cóncavo con cartelas y dibujos: la base del marco está adornada con coronas reales. En el centro del marco aparecen dos esqueletos, en el ala izquierda con una guadaña, símbolo de la muerte, y en el ala derecha sosteniendo un reloj de arena, símbolo de que la vida se acaba. El marco se remata en su parte superior con un relieve de una paloma (Espíritu Santo)Este retablo lo dató Ortega Sagrista hacia 1760, se atribuye su autoría a Francisco Calvo y en su sufragio contribuyó la Cofradía de Ánimas.
Por encima del retablo existe una vidriera de Santa Catalina, copatrona de la ciudad de Jaén.
- Al otro lado de la puerta lateral percibimos una vidriera con la imagen de San Eufrasio.
- El altar del Señor Resucitado se hallaba en el actual de San José. Actualmente el altar se encuentra junto a la esquina del campanario. Según el “Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término” es similar al retablo de la Capilla de la Soledad: neoclásico, con columnas de orden compuesto, de madera imitando jaspe, gran nicho central, entablamento y frontón curvo y con destello de luz en el remate.El retablo lo preside la imagen de Cristo Resucitado, la cual fue tallada por D. Rafael Rubio Vernia en 1952, cuatro años después fue remodelada por Constantino Unghetti y policromada por D. Francisco Cerezo Moreno.Junto al altar del Cristo Resucitado está la Pila Bautismal y la urna donde se guardan los Santos Óleos, así como la puerta de acceso a la torre del campanario.
- Por encima de la puerta principal se divisa un gran óculo tapado por una vidriera pintada que representa la Imposición de la Casulla a San Ildefonso.
- El presbiterio está situado en la parte posterior de la nave central y se encuentra sobre gradas, tres tramos de dos peldaños cada uno. Se halla escoltado por cuatro machones y en el techo una bóveda elíptica realizada a mediados del siglo XVIII. Los cuatro ángeles y ocho serafines que se hallan en las pechinas y arcos son obra del escultor José de Medina.En el presbiterio destaca el tabernáculo, obra también de mediados del siglo XVIII, de Pedro Duque Cornejo. El “Catálogo Monumental de la Ciudad de Jaén y su término” lo califica como una obra de exuberante barroquismo, describiéndola así: lo forma un cuerpo de estípites, rematado en un óvalo de factura rococó. Encima un manifestador de planta octógona con columnas pareadas dispuestas al bies, corintias y entorchadas, concluyéndose en un bello remate poligonal en cuyos dos frentes van los relieves de la Santa Cena y del Lavatorio de los pies”.El tabernáculo iba provisto de cuatro evangelistas que se extraviaron en la Guerra Civil, sólo se consiguió recuperar un San Mateo.
BIBLIOGRAFÍA
Juan Higueras Maldonado: «Catálogo monumental de la ciudad de Jaén y su término», Instituto de Estudios Giennenses, 1985.
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Aportación personal
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Entrevista a D. Francisco Cuesta Jiménez, sacristán de San Ildefonso.
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“Restauración del Cristo Yacente”, Yacente y Soledad, 2005.
Enrique Pareja López: “Historia del arte en Andalucía”, editorial Gever, 1990.
«*(oh señor, amé la belleza de tu casa/dedicada al divino Ildefonso/ y el lugar de la morada de tu gloria/ 3 idus de junio (se entiende ante diem 3 idus iuni Es decir, 3 días antes de los idus de junio, o sea el 10 de junio)/ del año del nacimento del señor 1776/ (siendo) Pío VI sumo pontífice y Carlos III rey católico de las Españas y de las Indias)